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Amberes desenmascara a James Ensor

Amberes desenmascara a James Ensor

Es, con permiso del Papa Francisco (presente en el 600 aniversario de la Universidad Católica de Lovaina), el protagonista de este fin de semana en Bélgica. Pionero y uno de los padres del arte moderno, agudo observador e hilarante crítico del siglo XX, maestro de la caricatura, pintor y compositor, James Ensor (1860-1949) fue rebelde, innovador y revolucionario , siniestro, misterioso y siempre fascinante: creó un lenguaje visual único, un universo fantástico poblado por seres grotescos, macabros, diabólicos, máscaras , disfraces, demonios, fantasmas y esqueletos travestidos, que bailan, tocan música, pintan, intentan calentarse en una estufa o se pelean por un arenque. Un vibrante y perverso carnaval . Pero Ensor fue mucho más que un pintor de máscaras. No las usa para disfrazar a sus personajes, sino como poderosas herramientas para revelar la hipocresía, el engaño..., aderezadas con una buena ración de sátira y humor. «La más hospitalaria de todas las madres». Así veía Ensor a Amberes, que lo desenmascara con cuatro grandes exposiciones simultáneas en otros tantos museos de la ciudad. Se suman a la fiesta un buen puñado de ilustradores customizando una veintena de escaparates de tiendas por toda la ciudad con motivos ensorianos. Aunque lo parezca, Halloween no se ha adelantado este año. Noticias Relacionadas reportaje Si Exposición en la National Gallery Cuando Vincent se convirtió en Van Gogh Natividad Pulido estandar Si La Colección Pérez Simón inicia su gran desembarco en Madrid Natividad Pulido El Museo Real de Bellas Artes (KMSKA) atesora la mayor colección del artista en todo el mundo -39 pinturas, 650 dibujos y grabados y parte de su archivo; muchas de sus obras acabaron en esta ciudad en vida del artista-, y puso en marcha hace años, en colaboración con la Universidad de Amberes, el Ensor Research Project (un centro de investigación dedicado al artista que desvela paso a paso su proceso creativo, analizando cómo creaba sus composiciones, cuál era su iconografía, su técnica, los materiales que utilizaba...). Ahora toma el testigo de Ostende, su ciudad natal, que en diciembre de 2023 inauguró el Año Ensor en el 75 aniversario de su muerte . Amberes, la ciudad de los diamantes y de Rubens, es también hoy la ciudad de Ensor. Su sombra es muy alargada: ha dejado una enorme huella no solo en el arte, sino también en la fotografía, la moda y hasta el maquillaje , donde aún hoy resuena con fuerza su eco. Todas las caras de Ensor, al descubierto, sin máscaras, en estas cuatro exposiciones, que abren sus puertas este sábado. Los sueños más salvajes Arriba, James Ensor pintando en su estudio. Sobre estas líneas, a la izquierda, 'Las máscaras se enfrentan a la muerte', de Ensor, 1888, MoMA, Nueva York. A la derecha, 'Autorretrato con sombrero de flores', Mu.ZEE, Ostende MoMA, Nueva York, Mu.ZEE, OstendeArrancamos el 'tour Ensor' en el KMSKA, que le dedica la mayor retrospectiva hasta la fecha. 'Los sueños más salvajes de Ensor' nos porpone un viaje a la mente prodigiosa de este genial artista, que rompió las reglas del juego y las reescribió de forma radical. Trascendió su tiempo. Sus obras cuelgan en la exposición en un montaje muy teatral (entramos a través de su silueta; su célebre sombrero con flores nos recibe colgado desde el techo), como lo era su propia obra. Pero no está solo en esta aventura, le acompañan algunos de los artistas que más admiraba, como Goya (presente con uno de sus 'Proverbios'). Le fascinaban Rembrandt, El Bosco, Brueghel ... Con sus contemporáneos llegó a medirse sin complejos en el Salón de los XX, del que Ensor fue uno de los fundadores. Es el caso de Monet y Renoir , con quienes se exhibe cara a cara en la muestra. También, con Munch , con Odilon Redon ... Y, aunque renegó del impresionismo , estaba fascinado por la luz y el color de este movimiento, que este año también está de fiesta, pues celebra su 150 aniversario: las técnicas impresionistas se colaron en su trabajo. Pero él decidió seguir su propio camino, experimentando una y otra vez y dando rienda suelta a su imaginación, haciendo realidad sus sueños más fantásticos. Ambicioso, quería ser el mejor artista de su tiempo. Su legado sigue vivo hoy. Acompañados por Herwig Todts, comisario de la muestra, recorremos las salas, donde cuelgan obras maestras del museo belga, pero también de otros internacionales como el MoMA, el Orsay o la National Gallery de Londres. Ahí están 'La comedora de ostras' (considerado el primer cuadro impresionista belga), 'Adán y Eva expulsados del paraíso', 'Las tentaciones de San Antonio' (un dibujo monumental cedido por el Art Institute de Chicago), 'La intriga', sus 'Visiones' de Cristo, su 'Autorretrato con sombrero de flores' (préstamo del Mu.ZEE de Ostende), 'Las máscaras burlándose de la muerte', del MoMA... Durante el recorrido entramos en el Cabaret del Infierno que Antonin Alexandre abrió en Montmartre, cuya atmósfera conecta con los temas que abordó Ensor en su pintura; nos asomamos a una linterna mágica, nos colamos en su casa en miniatura... Cae el telón. La función ha terminado. Sátiras sobre papel Arriba, 'Mi retrato en 1960', 1888. Aguafuerte y acuarela. Colección privada. Sobre estas líneas, a la izquierda, 'Orgullo', 1904, aguafuerte y acuarela, Colección P.F. (versión coloreada). A la derecha, 'Los cocineros peligrosos', 1896, lápiz, tiza y gouache. Museo Plantin-Moretus, Amberes. Detalle Colección privada/ Colección P.F./ Museo Plantin-Moretus, AmberesPonemos rumbo al Museo Plantin-Moretu s, uno de los lugares más hermosos de la ciudad. Patrimonio de la Humanidad desde 2005, fue una de las imprentas más importantes del siglo XVI. Aborda otra cara de Ensor, más desconocida: su pasión por el grabado . Una historia de amor que comienza en 1886. El artista tiene 26 años y se halla en la cima de su carrera. Pero siente atracción por el grabado. Aprende el oficio de artistas como Théo Hannon. Experimenta con técnicas y materiales en su estudio, que convierte en un laboratorio, y logra crear más de 130 obras. «¡La práctica hace al maestro!», decía. Halla inspiración en fotografías, grabados y en su propio trabajo. Al igual que hicieron los grandes grabadores de la Historia (Durero, Rembrandt o Goya), Ensor convirtió cada grabado en una obra única : los coloreaba a mano con lápiz, tiza o acuarela. Incorpora el claroscuro de Rembrandt, pero también el absurdo y las criaturas surrealistas del Bosco y Brueghel. Bajo el título 'Ensor y sus estados de imaginación' , la exposición desvela su aventura gráfica: cómo era el proceso creativo de sus grabados, cómo los realizaba, qué técnicas empleaba... Hay quien cree que los grabados muestran el verdadero genio de Ensor como artista, incluso más que con el pincel. No hay mejor lugar que el Plantin-Moretus para exhibir sus dibujos preparatorios, las planchas de cobre o zinc y varios estados de sus estampas. Algunas, impresas sobre vitela o satén. Las hay irreverentes, como 'Alimentación doctrinal'. Lanza dardos envenenados al Gobierno, a la Iglesia, los jueces, la burguesía, el mundo del arte... Entre las piezas expuestas, la plancha del grabado de una de sus obras más célebres en pintura, 'La entrada de Cristo en Bruselas', que el Museo Getty de Los Ángeles adquirió por una suma astronómica; 'Los cocineros peligrosos' o un autorretrato como un esqueleto. Cindy Sherman y el ideal de belleza Arriba, 'Untitled Film Still #17', 1978. Sobre estas líneas, a la izquierda, 'Untitled #462', 2007/2008. A la derecha, 'Untitled #414', 2003 © Cindy Sherman //Courtesy the artist and Hauser & WirthSi hubiera que buscar en el arte contemporáneo un alter ego femenino de James Ensor, sin duda sería la fotógrafa norteamericana Cindy Sherman (1954) , tan rebelde y provocadora como él, con su mismo sentido del humor e ironía. El Museo de la Fotografía de Amberes (FOMU) le dedica su primera gran exposición en Bélgica, una deslumbrante retrospectiva con un centenar de imágenes, realizada por la Staatsgalerie de Stuttgart, en colaboración con el estudio de Cindy Sherman en Nueva York y la galería Hauser & Wirth. Bajo el título 'Anti-fashion' , recorre cinco décadas de carrera. Arranca la visita con sus primeros trabajos en Búfalo en 1975 (recortables de muñecas, películas de crímenes) y una sala donde se exhibe 'Untitled Film Stills' (1977-80), la serie más icónica y conocida de Sherman. Una docena de fotografías en blanco y negro en las que evoca los filmes de Hollywood de los 50 y 60. Ya desde entonces Cindy Sherman se convierte en su mejor y única modelo para sus fotografías. Ella es autora, modelo y estilista. Tres en uno. Pero siempre ha negado que sean autorretratos; son clichés, estereotipos de la feminidad . A través del maquillaje, pelucas y ropa de segunda mano, se transforma en personajes con diversas identidades. Sus fotografías, como los cuadros de Ensor, no son glamurosos, ni elegantes, ni sexis. Nos coloca frente al espejo. Y lo que vemos no nos gusta. En los 70, Sherman realiza 'Cover Girls', trípticos con tres versiones de una misma portadas de revistas: la original, otra en la que sustituye la cara de la modelo por la suya, y una tercera que es una parodia. Pero es en los 80 cuando recibe el primer encargo de moda. Una relación de amor-odio, en la que no han faltado polémicas con clientes que retiraban sus fotografías por considerar sus imágenes subversivas , inaceptables y antipublicitarias para sus campañas: cuerpos deformes, cicatrices, arrugas... A pesar de traspasar los límites aceptados por el mundo de la moda, ha ocupado portadas en 'Vogue', 'Harper's Bazaar', 'Cosmopolitan' y ha trabajado para firmas como Comme des Garçons, Balenciaga, John Galliano, Stella McCartney, Chanel ... En 2010, la Maison francesa le abrió sus archivos con piezas históricas, que Sherman lució en paisajes accidentados e inhóspitos. Nunca deja indiferente a nadie con su trabajo. Denuncia la presión social sobre las mujeres, obligadas a parecer jóvenes y estupendas, persiguiendo la belleza y la eterna juventud a través de la moda, el maquillaje y la cirugía estética. Ella pone en solfa el canon del ideal de belleza. En el carnaval de Cindy Sherman, como en el de Ensor, no faltan los 'clowns' , vestidos de John Galliano, un 'enfant-terrible' de la moda como Sherman lo fue de la fotografía o James Ensor del arte. Mascaradas Arriba, James Ensor, 'El asombro de la mujer enmascarada', 1889. KMSKA, Amberes. Sobre estas líneas, a la izquierda, Inge Grognard & Ronald Stoops, 2001. A la derecha, la modelo Kate Moss, en 'i-D Magazine', 1996. Maquillaje: Linda Cantello. Peluquería: Julien d'Ys KMSKA, Amberes/ Photo: Ronald Stoops/ © Paolo Roversi / Art+CommerceAcabamos exhaustos esta 'yinkana Ensor' en el Museo de la Moda de Amberes (MOMU) , donde las pinturas del artista belga conviven con diseños de algunos de sus célebres paisanos ( Dries van Noten, Martin Margiela ) en la exposición 'Mascarada, maquillaje y Ensor' . Parte de los modistas actuales más rompedores salieron de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, uno de los centros de moda más prestigiosos del mundo, con sede en el MOMU. «Para mí -decía Ensor-, la máscara es sinónimo de frescura de color, suntuosidad en la decoración, gestos salvajes e imprevistos, expresiones muy estridentes, una turbulencia exquisita». En 1887, el trabajo de James Ensor da un giro radical y se cuelan en su pintura lo grotesco, la seducción y el engaño . En los trabajos de artistas, diseñadores, maquilladores y peluqueros presentes en la muestra se aprecia el carácter efímero de la moda y de la belleza. El maquillaje oculta la verdadera naturaleza, al igual que las máscaras y los disfraces en los personajes de las obras de Ensor. ¿Por qué usamos máscaras? A lo largo de la Historia se han utilizado trucos para ocultarse, para engañar, por muy diversos motivos. El miedo a envejecer, la búsqueda de la perfección, nos hace recurrir a la cirugía estética. Hoy, la industria de la cosmética genera miles de millones.

Publicado el 27-09-2024 17:54

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