«En algún momento entre el 1400 y el 1300 antes de nuestra era » empezó a construirse en la cima de un cerro de Costitx un conjunto de viviendas de piedra con forma de barca invertida que hoy es, «sin duda», el «poblado de navetas mejor conservado que puede visitarse en Mallorca» . Lo dice Vicente Lull , profesor honorífico de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona, y supervisor del Grupo de Investigación en Arqueoecología Social Mediterránea (Asome) que estudia las sociedades mediterráneas de la prehistoria en el sudeste de la Península Ibérica y las Islas Baleares. Lull (La Plata, Argentina, 1949) excava desde los años 70 durante parte del año en Son Fornés , un yacimiento a unos 18 kilómetros que posee el mayor talayot documentado en Mallorca, de 17 metros de diámetro y tres y medio de altura, y conoce bien el vecino poblado de navetas de Es Turassot , al frente de cuyo yacimiento está la arqueóloga Bea Palomar. «Unos dos siglos más tarde, sus habitantes se trasladaron a un lugar cercano para fundar un nuevo poblado que, como estaba sucediendo en el resto de la isla, tendría unas características muy diferentes, con imponentes talayots como protagonistas», relata este veterano arqueólogo que el año pasado fue galardonado con el III premio Nacional de Arqueología de la Fundación Palarq junto al resto del equipo que investiga la olvidada civilización de El Argar lejos de la isla, en los yacimientos murcianos de La Bastida y La Almoloya . JM NietoSobre el cerro de Costitx donde hoy también se encuentra el Planetario, en un emplazamiento único desde el que se controlaba visualmente todo el territorio circundante, desde la sierra de Tramontana al norte hasta el cerro de Randa al sur, quedaron abandonadas estas casas de piedra del denominado periodo naviforme o bronce balear. Lull describe que «los trabajos arqueológicos realizados hasta la fecha permiten contemplar 6 conjuntos de edificios, la mayoría de ellos compuestos por dos navetas adyacentes ».Gracias a su excepcional conservación, los arqueólogos han descubierto que «se trata de construcciones más complejas de lo que imaginábamos» y que no solo se utilizaron para actividades domésticas, sino que también albergaron trabajos comunales . Junto a la naveta que servía de vivienda para un grupo, se alzaba otra de iguales dimensiones usada como carnicería. «En ella se despiezaban cerdos, bóvidos y, sobre todo, ovicápridos; su carne probablemente se ahumaba y se almacenaba en cantidades muy superiores a las que un solo grupo familiar podía consumir», explica el profesor de la UAB que aventura: « Tal vez nos hallemos ante una práctica comunitaria que podría tener sentido en un contexto donde el ganado era de carácter colectivo».En el poblado de navetas de Es Turassot se han recuperado ingentes cantidades de restos de fauna. Lull resalta de entre los hallazgos la conservación de un tonel de cerámica completo que se habría usado para almacenar carne. «Hasta la fecha, sólo disponíamos de otro similar procedente de las navetas de Hospitalet Vell (Manacor)», subraya. También destaca un conjunto de huesos de ovicáprido (ovejas y cabras), en concreto de escápulas, que fueron transformadas en herramientas dentadas y que hipotéticamente se usarían para el proceso de separación de la piel y el raspado de la grasa animal.«Las navetas son construcciones más complejas de lo que imaginábamos» Vicente Lull Profesor honorífico de Prehistoria de la Universidad Autónoma de BarcelonaEs Turassot forma parte de la Ruta Arqueológica Sencelles-Costitx y gracias a los esfuerzos del equipo de arqueólogos que coordina la investigación y la divulgación de estos yacimientos, «la visita es posible y altamente recomendable», a juicio de Lull. El reputado investigador aconseja detenerse en la naveta-carnicería. Allí él mostraría a sus acompañantes «otra aportación interesantísima de Es Turassot, de carácter arquitectónico».Noticias Relacionadas estandar Si Lauro Olmo Arqueólogos en su paraíso (IV): La Ciudad Brillante de Abderramán III Mónica Arrizabalaga estandar No Arqueólogos en su paraíso (III) «En Itálica no se necesita mucha imaginación para soñar cómo fue esa gran ciudad romana» Mónica ArrizabalagaSegún explica, en la parte superior del ábside puede observarse un escalón en el paramento interno que habría servido para apoyar el piso de troncos de un altillo. Las navetas del poblado de Es Turassot serían «imponentes edificios con una altura superior a los tres metros», remarca.
Publicado el 26-08-2024 11:03
Ver noticia completa.