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Damián Castaño y Dolores Aguirre: la tormenta perfecta en las Corridas Generales

Damián Castaño y Dolores Aguirre: la tormenta perfecta en las Corridas Generales

Regresaba Damián Castaño, con sus laureles de héroe de hace un año en las aguas de Vista Alegre. Porque un océano era. Andaba el cielo más vago esta vez y no se desató aquella tormenta, pero sí el destello de los relámpagos de las embestidas, con el horizonte cada vez más cargado y sin más impermeable que la propia piel. A carta cabal, con una pureza extrema –sí, eso también es pureza–, se jugó la vida el salmantino con un sobrero que no regaló nada. Fue, a años luz del resto, la faena más trepidante, con una verdad que erizaba la piel, con lágrimas de nostalgia de aquellos que piden un sitio para una Fiesta que rara vez se ve en las ferias. De estampas ancestrales, con una tensión capaz de juntar los huesos e inmediatamente volverlos a quebrar. No ha vibrado así Vista Alegre en ninguna corrida –con permiso de la de Fuente Ymbro, también de impecable seriedad–, porque la que había pastado en Constantina y trajo Isabel Lipperheide –a la que llovieron los plácemes– fue de nuevo Generalísima. Irreprochable su presencia. «¡Viva Dolores Aguirre!», gritaron los tendidos, encendidos con el conjunto ganadero de ‘Dehesa Frías’, que arrastraba una pasión de las que no caducan, de las que persisten siglo a siglo. Hubo variedad, con uno extraordinario, un Cigarrero para recrearse en la chimenea del toreo, calada a calada.Pero su matador no se entendería con este número 57, que se arrastró intacto, y hubo que esperar a que saliera el sobrero para vivir la obra más tremulante. De temblor en las gradas, con una intensidad que provocaba hasta a las campanas de la iglesia, preparadas para tocar. A gloria o a marcha fúnebre, pues cada viaje anunciaba un parte de enfermería. Cómo tragó Castaño, con una entrega inquebrantable.Tanta que los oles brotaban enronquecidos en un coro de voces propio de un cartel de ‘No hay billetes’. Que no lo era, pero los miles que se citaron se apasionaron como nunca. Qué desbordante y bendita locura, con «¡vivas!» a Salamanca y a la Dama de Hierro del campo bravo. Noticia Relacionada estandar No Damián Castaño corta una oreja al quinto en el final de Bilbao Ángel González Abad Sigue en directo la corrida de toros celebrada en la plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao, con la última hora de Fernando Robleño, Damián Castaño y José Garrido hoyHabía sustituido Argelón, bautismo del sobrero, a un Burgalés al que picaron malamente y protestado por su contado poder. Animales más blandos se mantuvieron estos días, pero esta vez no se lo pensó el palco, sabedor de que el aficionado ansiaba ver al número 79, de 633 kilos. De costado se movía, manso y con tremendas dificultades. Para machetearlo, quitarle las moscas e irse a por la espada. Pero Damián no había viajado hasta Bilbao para visitar el Guggenheim y apretarse un chuletón con papas en el Plaza de Indautxu –donde había comido su cuadrilla–. Castaño vino a reivindicarse una vez más y brindó su faena al club Tres Puyazos. Y con la izquierda, la mano más pura, se colocó frente a Argelón, una prenda que exigía el carné de matador, el de conducir y hasta el de aviación. Cómo se revolvía, como si el dios del Trueno enviase rayos. Hábil de piernas había que andar con este pariente de Zeus. Y no sólo eso, pues el de Dolores también le mandó un recado a estribor. Con poderío, el salmantino le bajó las telas y hasta se abandonó por instantes, con una desnudez de coloso. Valentísimo. Hasta desgranar una tanda diestra descomunal, eslabonada a un pase de pecho y un molinete que puso a la gente en pie. «¡Esto es torear!», gritó aquel manicomio en el que se había convertido Vista Alegre. Tiraba la gente el programa de mano al viento, un donostiarra se abrazaba al vecino de Francia y, de haber un álbum de cromos, los niños buscarían el de Damián con su Balón de Oro en la tarde de los ‘doloresaguirre’. Qué emoción tuvieron el toro, con su boca cerrada, y el torero, donante de corazones, con esa entrega que arañaba las entrañas, con esa seriedad del toro de Bilbao. Allí no importaba el pinchazo: un tío se había jugado el pellejo y la oreja tuvo el peso del verdadero mérito. Y si este quinto bis parecía sacado de la mitología griega, el primero de su lote fue tremendamente dificultoso. Si medía por el derecho, tampoco se ofrecía por el zurdo. Con el rabo enhiesto y pidiendo guerra, lo lidió fenomenalmente Antonio Chacón y empujó en el primer encuentro con el picador. Con la montera calada transcurrió la labor de Castaño, mientras tragaba con aquellos secos disparos de lejano Oeste. Ay, Carafea, qué guapeza en su seriedad y qué geniudo temperamento. El ejemplar del sexteto fue el tercero, de mítico bautismo: Cigarrero, con un temple para gozar. Lo que sólo haría José Garrido con el capote, arrebatado y con gusto. No pudo tener un toro más notable para su debut con esta divisa, con esa nobleza, galope y ritmo, con esa manera de hacer por momentos hasta el avión, pero el extremeño no le cogió el aire. Más firme anduvo con el manso último, vacío de bravura. Corridas Generales de Bilbao Plaza de toros de Vista Alegre. Domingo, 25 de agosto de 2024. Octava y última de las Corridas Generales. 4.500 espectadores. Toros de Dolores Aguirre, serios de hechuras y comportamiento dentro de su variedad y dureza; aplaudidos de salida y en el arrastre; destacó el estupendo 3º, con humillación, ritmo y clase. Fernando Robleño, de champán y oro: estocada atravesada (saludos); cinco pinchazos (silencio tras aviso). Damián Castaño, de azul eléctrico y oro: estocada que hace guardia (silencio); pinchazo y estocada muy delantera (oreja). José Garrido, de pizarra y oro: cinco pinchazos, media tendida y cinco descabellos (pitos tras aviso); estocada defectuosa (silencio).Fernando Robleño enseñó su capacidad lidiadora tanto en el primero, que humilló con buena condición –pese a su alzada–, como en el precioso cuarto, un manso de toma y daca con el que marró a espadas. Todos los honores fueron para el epopéyico Damián y la emocionante corrida de Dolores: la tormenta perfecta con el toro de Bilbao.

Publicado el 26-08-2024 00:27

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